Francia posee una gran diversidad de climas y suelos, esto le permite elaborar una extraordinaria gama de vinos, desde blancos ligeros, negros potentes o elegantes espumosos. Conceptos como el de tierra o vinos que expresen su lugar de origen, así como el sistema de denominación de origen controlada (AOC) que autoriza las prácticas enológicas y las variedades de uva, definen la visión del mundo vitivinícola francés.
Las regiones de mayor interés enológico son:
Burdeos: Región donde nacen algunos de los vinos más célebres del mundo y la más extensa del país en superficies de viñedo, está dividida en más de 53 denominaciones. Las variedades más importantes son: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot de uva tinta, Sémillon, Sauvignon Blanc y Muscadelle en blancas.
Borgoña: La forman 6 zonas diferenciadas donde la Côte d'Or representa una de las más prestigiosas regiones vinícolas del planeta. Las variedades más utilizadas son el Pinot Noir (tinta) y el Chardonnay (blanca).
Champagne: Cuna de los mejores vinos espumosos, esta región se ubica a 145 kilómetros al noreste de París. El coupage tradicional de la zona de la Champaña lo forman el Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier.
Valle del Ródano: De clima más cálido, esta región vinícola es la más antigua de Francia. Se elaboran vinos con marcada personalidad, notas afrutadas, florales y especiadas. La Garnacha tinta y el Syrah son las variedades tintas más utilizadas, y Viognier, Roussanne y Marsanne las blancas más vendimiadas.
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