Gosset Grand Millesime

• Tipo: Blanco Gran Reserva Brut
• Capacidad: 0,75 L.
• Graduación: 12,0º

• País: Francia
• D.O: A.O.C. Champagne
• Variedades: Chardonnay,Pinot Noir
• Alérgenos: Contiene sulfitos

Color

Su color es claro y luminoso, dorado pálido, cristalino, se asemeja a las lentejuelas con destellos de brillos verdes y ámbar. Las burbujas son masas de chispa cremosa, espumosa y un flujo constante. Su flujo es también fino, constante y persistente.

AROMA:

En nariz es delicado, elegante y complejo, se presenta armonizado en torno a cinco aromas: un trío de de frutas como los albaricoques, los melocotones y las peras, y un dúo de suave y elegante de aromas florales frescos: jazmín blanco y lilas, creando instantáneamente una fragancia seductora. Un poco más tarde aparecen toques cítricos (pomelo recién exprimido y ralladura de limón). Este cuvée muestra la elegancia de un champagne joven que ya está mostrando su indudable clase, con notas especiadas muy sensuales. Canela, la vainilla tahitiana, regaliz de anís y dulces se mezclan y se complementan entre sí. El debut de un sofisticado champagne.

GUSTO:

En boca muestra un gran cuerpo, muy pulido y de gran viveza y vinosidad. La mezcla juiciosa de uvas de diferentes viñedos es una oda a la perfección: el pinot noir libera un torrente de sabor de fruta respaldado por una estructura exuberante, aterciopelado con toques atractivos pero discreto de almendras dulces y licores de endrinas silvestres. La segunda impresión en el paladar es aún más reveladora: el Chardonnay aporta la cantidad justa de frescura y fruta, se caracteriza por la gran entrada sabores de bollos de limón y pastel de frutas, canela y regaliz suave junto con un toque de violeta, que dan como resultado un sabor complejo y seductor. El final es agradable, largo y gratamente persistente, el champagne ofrece sus notas finales a través de una mezcla de especias y frutos secos y vainilla de Tahití.

Este "Grand Millésime 1999" Brut, con su encanto aristocrático se puede disfrutar a lo largo de una comida completa. Listo para beber, es un partido maravilloso para la cocina moderna, tradicional o regional francesa o asiática. Es un complemento casi de cualquier tipo de plato, con la obvia excepción de los que tienen una excesiva acidez o amargura. Las posibilidades son innumerables pero ¿por qué no lo pruebas con vieiras asadas con flor de limón confitado o con un carpaccio de atún rojo con caviar de berenjena o filetes de rodaballo bebé laminados rellenos de frijoles de soja y cangrejo; o bien chuleta de ternera con pétalos de patata y jugosa salsa de setas? Para el postre debe probarse con un pastel de almendras o crujientes galletas de pera caramelizada... Sólo hay una cosa para recordar la hora de decidir un plato: optar por un plato creativo, bien equilibrado, que servirá de complemento, pero no enmascarar el sabor del vino.

Hablar de la maison Gosset, es hablar de la historia de Champagne, es plasmar en un vino toda la magia de la tradición que atesora la más antigua bodega de vinos de la Champagña, creada en 1584 en Aÿ, en el centro de la región. Desde hace más de cuatro siglos, la filosofía de Gosset es perpetuar una elaboración que prohíbe la fermentación maloláctica con el fin de preservar el aroma natural y afrutado de sus vinos. Es respetar la tradición y artesanía familiar, claves de un vino apreciado ya en las cortes de Francisco I y Enrique IV, antes de conocer la magia de las burbujas. Es conocer la máxima expresión de un terruño querido y explícito. Y es, sobre todo, dejarse seducir por la untuosidad y cremosidad que nos deja en el paladar, a través del recuerdo imborrable de su paso por la boca.

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