De color amarillo intenso con reflejos verdosos.
La uva alcanzó un alto nivel de maduración y un equilibrio entre azúcar y ácido cercano a la perfección. En nariz es expresivo y encontramos recuerdos de notas minerales, ahumadas y yodadas, con matices de frutas exóticas. Los aromas están bien definidos a fruta fresca cítrica, manzana y ciruela. Todo ello se transporta a un final de gran persistencia, con una delicada amargura.
En boca, la fruta es golosa y se acompaña de cítricos como el limón, que aporta frescura, las hierbas y una piña poco madura que alivia el volumen del vino. Es un gran vino blanco muy expresivo que seguirá evolucionando en los próximos años. Se hace evidente a través de su nervio que es un vino fruto de cuatro parcelas distintas, de viñedos jóvenes, aunque con bajos rendimientos.
La denominación de origen Empordà se encuentra situada en la parte noreste de Cataluña. El territorio está distribuido entre dos comarcas y 55 municipios. 35 municipios pertenecen al Alt Empordà y 20 son del Baix Empordà. La producción media anual es de 65.000 hectolitros de vino con una superficie de viña plantada de aproximadamente 2000 hectáreas. En su inicio la denominación se llamaba Empordà-Costa Brava, en el 2006 se eliminó la indicación Costa Brava.
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Llegó al día siguiente de la compra. Buen embalaje. Vino espectacular, alta complejidad, buena acidez.