NOTA DE CATA
Color
Color cereza picota con ribete violáceo. Intenso y cubierto.
AROMA:
Intenso, con aromas de fruta negra y roja, y notas balsámicas sobre un fondo mineral. A medida que se va abriendo, crece en complejidad y aparecen notas de violetas.
GUSTO:
Estructurado, opulento, amable, con buena carga frutal, taninos maduros y dulces, fresco, con recuerdos de regaliz y denso pero con buena acidez. Largo y muy persistente.
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La imaginación romántica de la tía Elisabeth Barbier plasmó en su novela Las gentes de Mogador las acciones y las contradicciones, los amores y los desamores de una época en la que nuestra familia de viticultores trazó su camino a través del tiempo y del espacio.
Y ahora, esta familia de tradición centenaria ha descubierto, después de más de quince años, un pequeño rincón único en un contexto maravilloso. Un lugar difícil de imaginar, donde la viña vive un cuento de hadas. Este paraje, llamado Priorato, es una de las más viejas denominaciones vinícolas. Su nombre nos evoca al Prior del primer convento de cartujos implantado en Cataluña en el siglo XII.
Los orígenes de este viñedo se remontan a la era romana. Apenas incluye 2.000 hectáreas bajo un microclima excepcional, condicionado por las montañas de 1.200 metros que lo rodean.
El viñedo de Clos Mogador es un inmenso anfiteatro de pizarra (licorella), bañado a sus pies por el Siurana, río rico en historia y en leyendas moriscas.
Este cuadro excepcional emociona al visitante al verse en medio de un viñedo donde diferentes variedades viníferas se ubican según la altitud, la exposición, su sensibilidad al sol o al rocío. Todos estos factores naturales se conjugan para llenar de riqueza y fantasía cada botella de Clos Mogador.
La garnacha, la syrah, el cabernet, la cariñena, se transmutan entre las duelas de roble, bajo la cuidadosa atención del viticultor René Barbier hijo, para surgir, rojas de emoción, en el momento óptimo de su madurez. Una elaboración artesanal da luz a unas pocas botellas llenas de amor y generosidad, preparadas según las mejores tradiciones de los grandes crus. Descorchad Clos Mogador, tomaros vuestro tiempo, esperad y dejaros transportar.
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