NOTA DE CATA
Color
De color amarillo dorado, límpido y brillante.
AROMA:
Sus aromas a trufa, sotobosque son intensos y penetrantes. Su complejidad en nariz resulta atractiva y nos empuja a pasar al paladar para comprobar su intensidad.
GUSTO:
En boca resulta complejo, tal como lo intuíamos, y muy denso y lleno de estructura y textura. Sus aromas a trufa y sotobosque se mantienen en boca. Podemos percibir su persistencia en nuestro paladar de forma perlongada. Un gran Borgoña blanco con una capacidad de guarda muy interesante gracias a su marcada y agradable acidez.
MARIDAJE
Este vino combina muy bien con pescados y carnes blancas con salsas cremosas y sabrosas, y pan de briox.
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Los viñedos originales han pertenecido a la família durante generaciones, pero Vincent y Aline han desarrollado el Domaine mediante la compra paulatina de parcelas. Por tanto, es un Domaine que tiene parcelas en diferentes apelaciones: Meursault, Auxey-Duresses, Monthélie, Pommard, Puligny-Montrachet, Volnay, Beaune y Aloxe-Corton. Aunque el Domaine está situado en Meursault, en la Côte de Beaune, el dominio abarca 10 hectáreas, repartidas en estos 8 pueblos.
Todas las viñas son el resultado de una selección masal que se realiza dentro de la propiedad familiar en las propias plantas de Aline y Vincent. En vísperas de la vendimia, Vincent y su padre seleccionan las cepas más atractivas en los viñedos más sanos, de los que extraen los sarmientos que servirán de injertos. Estos se utilizarán para llevar a cabo la sustitución de los portainjertos muertos o retirados. Esta práctica no es muy habitual, ya que muchos dominios prefieren la selección clonal.
La vendimia se hace a mano. Con cuatro variedades de uva, situadas en varios pueblos, la vendimia de cada parcela en su punto óptimo de maduración.
Los blancos parten rápidamente hacia su morada en la bodega: la vendimia, prensada a su llegada a la bodega, libera un mosto que, tras un trasiego estático de 24 horas a temperatura controlada, se deposita en barricas de roble en la bodega. Allí comienza su fermentación alcohólica natural gracias a las levaduras autóctonas que permiten que el vino mantenga la tipicidad de la añada. Los tintos prefieren un poco más de atención: las uvas se seleccionan a mano en la mesa de selección en cuanto llegan a la bodega. A continuación se despalillan y se introducen en un depósito abierto para iniciar la fermentación alcohólica. Los bazuqueos y remontados manuales son tareas diarias que acompañan a estas cuvées durante todo el proceso de vinificación. La fermentación, al igual que para los blancos, es totalmente natural, sin levaduras añadidas. A continuación, el vino se prensa y se traslada a barricas de roble en la bodega.