NOTA DE CATA
Color
Limpio, límpido brillante. Color amarillo con el ribete dorado. Muy agradable a la vista.
AROMA:
En nariz destaca por su gran complejidad de aromas, donde predominan los de fruta blanca, notas ligeramente ahumadas, membrillo y vainilla debido a su crianza en barrica de roble.
GUSTO:
Entrada en boca con muy buena untuosidad, se nota un vino maduro y contundente, y donde para terminar de redondear equilibra a la perfección con una frescura realmente admirable.
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Mas d’en Gil es el resultado de la aventura vital de tres familias a lo largo de más de un siglo y medio. Tres etapas, tres momentos sucesivos, tres visiones que han aportado a la finca una suma de cualidades excepcionales para la viticultura, la elaboración y el comercio de vino.
Francesc Gil, el fundador de la finca, encarna la intuición de los inicios y el entusiasmo por el progreso, tan propia de su siglo XIX. Sus descendientes consiguieron mantener el legado y cuidar de las bases para que los siguientes propietarios, la familia Barril, consolidaran a partir de los años 1930 la calidad agrícola y técnica de la finca, que rebautizaron como Masía Barril. Con ideas avanzadas, con ilusión y esfuerzo, con la decisión capital de embotellar vino, Rafael Barril Figueras y su hijo Rafael Barril Dosset junto con Mª Magdalena Vicente Jordana fundaron “un nuevo Priorat a la antigua usanza”.
En 1998, la familia Rovira Carbonell compra la finca y recupera el nombre histórico: el Mas d’en Gil. Es la materialización del sueño de Pere Rovira, uno de los grandes profesionales del vino del Penedès. Poco después, en 2000, salen al mercado los primeros vinos con la marca Mas d’en Gil. La hija pequeña de Pere Rovira, Marta Rovira Carbonell introduce la agricultura ecológica en la finca y actualmente dirige la empresa, con el apoyo de su padre y de su hermana Pilar.
Coma Blanca, la joya de Mas d’en Gil, un blanco para probar después de los tintos. Complejidad, matices profundos, persistencia. Su momento más interesante comienza a partir de su cuarto año.
Elaborado a partir de dos viñas de garnacha blanca y otras dos de macabeo, plantadas antes de 1945 en uno de los terroirs más heterogéneos de la finca, rodeadas de bosque de pinos y zonas agrestes.Madurez, equilibrio, frescor y plenitud en boca. Un blanco fermentado y criado en barrica, con notas ahumadas y especiadas que lo distinguen de los blancos ligeros.
Envejece seis meses en barricas de 500 litros y se le suma una crianza en botella de 18 meses, aproximadamente.