NOTA DE CATA
Color
Limpio y brillante. Color rojo con reflejos rubí de mucha intensidad. Capa alta. Muy agradable a la vista.
AROMA:
Nariz con muy buena intensidad y complejidad, donde se desarrollan aromas de frutas frescas y elegantes, y todo perfectamente equilibrado con unos aromas balsámicos que en conjunto hacen que resulte toda una experiencia organoleptica.
GUSTO:
De entrada te seduce un paladar envolvente que evoluciona hacia un vino serioso y atractivo con unos taninos fuertes y texturados. Y con un final fresco, largo y persistente. Es un vino que expresa la esencia de terroir único de Vinha Maria Teresa.
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Vinha Maria Teresa fue nombrada después de la primera nieta de Constantino de Almeida (el fundador de Quinta do Crasto). Es una parcela centenaria de viñas y una de las más antiguas de la finca. Situada en la vertiente oriental de la propiedad, a una altitud extremadamente baja cerca del río Duero, se planta en terrazas de piedra seca o socalcos que tienen una excelente exposición al sol. Las 4,5 hectáreas ocupadas por Vinha María Teresa son asombrosas en belleza natural y, sobre todo, en las cualidades incomparables de sus viñas viejas.
Hace más de 100 años, los productores de vino en toda la región del Duero sembrarían una mezcla de casi cualquier variedad de uva que tuvieran a mano, ya que tenían la intención de producir vino de Oporto, que tiene la característica peculiar de usar una mezcla de muchas variedades diferentes. Es por eso que esta parcela terminó con muchas variedades mezcladas al azar.
En 2013, debido a la avanzada edad de la Vinha María Teresa, Quinta do Crasto comenzó el mapeo genético de cada variedad. La idea era reemplazar algunas de las vides muertas con variedades genéticamente idénticas para que pudieran perpetuar el terroir y la mezcla de campo de una parcela tan única. Quinta do Crasto, en colaboración con la Universidade de Trás-os-Montes y Alto Douro (UTAD), desarrolló un proyecto llamado PatGen Vineyards, que busca identificar todas las variedades que conforman la Vinha Maria Teresa. Hasta la fecha, se han identificado 49 variedades diferentes, incluidas cuatro variedades de uva blanca y una variedad de uva roja desconocida, es decir, una que aún no se ha emparejado.
Una vid de cien años en una parcela como Vinha Maria Teresa tendrá una capacidad productiva extremadamente baja y nunca podrá producir los mismos rendimientos que una vid nueva. Las raíces en la Vinha María Teresa se extienden a docenas de metros de profundidad donde penetran los suelos de esquisto en busca de agua y nutrientes. Esto aumenta la competencia entre las diversas vides y ayuda a mejorar la capacidad productiva de cada planta. Sin embargo, la producción anual promedio de cada vid en la Vinha María Teresa es de alrededor de 300 g.
Aprovechando el bajo rendimiento de estas viñas viejas, el equipo de vinicultura de Quinta do Crasto ha logrado producir un vino de clase mundial, complejo, lleno de carácter y capaz de envejecer en botella durante los próximos años.
Las uvas de la parcela de Vinha Maria Teresa están destinadas a la producción del vino Quinta do Crasto Reserva Vinhas Velhas. Sin embargo, en años excepcionales, estas uvas se utilizan para producir el único vino de viñedo que comparte el nombre de la parcela: Quinta do Crasto Vinha María Teresa. En estos años especiales, se producen entre 2,000 y 8,000 botellas, dependiendo de cuán excepcional sea el año. La producción récord del vino Quinta do Crasto Vinha María Teresa tuvo lugar en 2007, cuando se produjeron 8,001 botellas de este vino especial.
Viñedos como el Vinha Maria Teresa son los que hacen que los vinos del Duero sean tan especiales y tan apreciados en todo el mundo. Este tesoro, estas características únicas de los viñedos de Douro, hacen de esta finca emblemática un ejemplo del patrimonio cultural que nos pertenece a todos. Por eso es tan importante proteger y salvaguardar este legado para el disfrute de las generaciones futuras.
