NOTA DE CATA
Color
Limpio, límpido y brillante. Color cereza picota con reflejos granates. Intensidad de capa mediana/alta. Muy agradable a la vista.
AROMA:
En nariz se presenta con muy buena intensidad y una profundidad característica. Buena representación de frutos rojos y negros computados encima de una cama de especies como la vainilla, la regaliz y los toques de miel tostada. Buena complejidad en copa, demostrando así sus aromas mas terciarios fruto de su crianza en barricas de roble francès.
GUSTO:
Entrada en boca voluptuosa. Una textura rica y cremosa te envuelve el paladar de principio a final. La elegancia es aportada por este toque de taninos frescos y muy bien integrados, pero así y todo presenta una persistencia y profundidad como no podía ser de otra forma. Memorable.
MARIDAJE
Platos de caza, como el civet de jabalí, asados de pollo, filete de cerdo, barbacoas, canelones de carne y / o setas, níscalos a la brasa, embutidos, queso ... Un sinfin de posibilidades para acompañar este gran vino.
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La histora de la bodega la contemplan 3 generaciones, Emilio Moro nació en el entorno vitivinícola que le rodeaba, pisando uva y trasegando vino en su pueblecito natal, Pesquera de Duero, provincia de Valladolid. Siendo aún un adolescente (14 años), Emilio Moro vendía junto a su padre, más de 100 cántaras de vino por la zona. Eran tiempos en los que el vio se elaboraba de forma totalmente artesanal. Más adelante, don Emilio, iniciado por su progenitor en los procesos vitivinícolas, plantó el resto de sus tierras de viñas e injertó con tinta de país centenarias pertenecientes a pagos ya desaparecidos, como el de "la rendija" que todavía permanece inmortalizado en la fotografía que preside el recibidor de la bodega, en esta foto de los años cuarenta, se puede ver a Emilio Moro con unos seis años, junto a su padre, retostados por el sol, vendimiando. Una de las ventajas de los viñedos de Emilio Moro es que algunos de ellos pertenecieron a su padre y poseen el clon más puro de la uva autóctona Tinto Fino o tempranillo, con ese clon se ha injertado el resto de los viñedos que se han ido adquiriendo con el tiempo. Otra ventaja es la ubicación y la variedad de tipos de suelo: Pesquera es conocida por ser un pueblo de tradición vitivinícola donde, debido a la conjugación de terrenos arcillosos, calizos y de grava, se consiguen vinos de excelente calidad. En la actualidad la bodega posee 200 Ha de viñedo propio al 100% Tinta Fina o Tempranillo injertadas con su propio clon. La heterogeneidad de los suelos, así como los planos de exposición solar, confieren a cada pago más características diferenciadoras, tanto en la maduración como en las características organolépticas que confieren a los vinos.
Great future ahead.