NOTA DE CATA
Color
Limpio, límpido y brillante. Color rojo cereza con reflejos violáceos. Presenta una intensidad de capa mediana. Muy agradable a la vista.
AROMA:
En nariz, es complejidad en su máximo estado. Te llena los sentidos su abanico abismal de matices de fruta, donde se encuentra perfectamente equilibrada con notas de torrefactos. En copa, es un vino con constante evolución, donde su vivacidad y frescor son el sello principal de esta gran casa.
GUSTO:
Entrada en boca densa, donde te rellena las papilas gustativas con una infinidad de sensaciones frutales y cremosas. Taninos muy bien integrados que hacen que su paso por boca sea sobroso y de una elegancia y equilibrio como solo podría ser una gran firma como es Arzuaga en la D.O Ribera del Duero.
MARIDAJE
Es un vino perfecto para casarse con una infinidad de platos y sabor. Embutidos, barbacoa de carne, verduras a la brasa con salsa y platos de pasta con salsas.
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Fundada a comienzos de los 90 por la familia Arzuaga-Navarro, las Bodegas que llevan su nombre son un ejemplo de dedicación y pasión por la tierra y el vino. A Florentino Arzuaga le gustan los horizontes de Castilla donde aún se conservan espacios en los que la naturaleza y los animales viven libres de perturbaciones. Allí, y cerca de un Duero silencioso, Florentino compró una finca que, por su dimensión, tiene horizonte propio. Después vinieron las cepas, la bodega y luego el vino; un negro como a él le gustaba: con esqueleto pero elegante, rotundo y complejo a la vez. Florentino Arzuaga lleva en su ánimo la tenacidad del emprendedor pero con la sensibilidad por la estética y la perfección. A la vez que es un hombre sencillo y tímido, también es capaz de situar un negro que lleva su apellido en la más suntuosas cartas de vinos; y esto en breve tiempo. La bodega se alza cerca del Duero y adorna una carretera tan castellana como la que une Soria con Valladolid. Un canto a la piedra, sólida y rústica con evocación monacal por sus arcadas, torres a los lados y en el centro, el campanario coronado por la veleta de los vientos. Fuera la piedra y en la cálida madera del olmo dan la bienvenida al visitante y preparan su ánimo para probar unos vinos especiales.
Llegados a el punto óptimo de maduración, las uvas son vendimiadas en cajas de 15 Kg, luego pasarán por una mesa de selección y serán despalillados hasta su encube en depósitos de acero inoxidable, donde después de unos días macerando en frío, fermentado a unos 27ºC. Una crianza de 16 meses en barricas, 50% roble francés y 50% roble americano, hace que sea un vino fino y sutil.