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A esta joya enológica la acompaña una botella ficticia en un estuche expositor, tallado en madera de haya y concebido a semejanza del innovador depósito ovoidal en el que se ha procedido a su cuidada elaboración biodinámica. Mientras, la botella original aguarda, paciente, su descorche para desplegar su elegancia y delicadeza.
Teso La Monja procede de una pequeña parcela de 18 hectáreas de viñedo viejo prefiloxérico, que había sorprendido por su calidad a Marcos Eguren -enólogo de las bodegas de la familia- en su vinificación por separado.
Con el nuevo vino Teso La Monja, Marcos y su hermano Miguel Eguren han llevado a la máxima expresión la viticultura biodinámica, omo una vuelta a la agricultura de su bisabuelo Amancio. En este sentido, subrayan que todos los trabajos en el viñedo (poda, labrado, espergura
) se han realizado manualmente, en el momento preciso, los días y las horas señaladas, para optimizar procesos, preservar el principio de la mínima intervención y obtener el máximo carácter e identidad, desde el respeto a la singularidad del terroir y a los ritmos de la naturaleza.