A la hora de decidir comprar vino online, se deben tener en cuenta algunos factores, como los períodos de maduración, ya que no todos mejoran con el paso de los años. Si se elige el vino blanco, debe consumirse en un relativo corto periodo de tiempo, otro tema es si se escoge el vino tinto, ya que en este caso, hay vinos que duran más y otros que duran menos y saber diferenciarlos puede suponer la diferencia entre un placer o una pesadilla.
No todos los vinos son iguales, porque no todas las uvas son iguales. Esto que parece obvio, para la sabiduría popular a veces no lo es tanto, ya que esta cree que todos los vinos mejoran con el tiempo. De hecho, hay varios factores que influyen en la capacidad de un caldo para conservarse más o menos tiempo.
Las uvas, base de los vinos, si son de color claro dan lugar a vinos blancos, que deben consumirse en cortos períodos, aunque los de crianza admiten tiempos más largos. Las uvas más oscuras dan lugar a rosados, similares al blanco en los tiempos de maduración y por otro lado a tintos, que en los reservas y crianzas puede conservarse varios años y mejorar su bouquet de forma considerable.
Dos de las técnicas más habituales de maduración de la uva son la maceración pre fermentativa en frío y en caliente, habiendo demostrado la primera (en algunos estudios) que aporta un mayor aroma al producto final. La más utilizada es en frío, porque su coste es menor y evita oxidaciones. Lo cierto es que en la mayoría de bodegas, en la contra etiqueta, ya indican el tipo de uva, la maceración, el tiempo de conservación máximo recomendado y un largo etcétera. Aún así, si surgen dudas, lo mejor es preguntar en la tienda de vinos y licores.
Las características del vino, los taninos
Antes de comenzar con las características del vino, hay que tener en cuenta algunos factores importantes de su conservación. La temperatura debe ser la adecuada y esta depende del vino en cuestión, por ejemplo, en blancos y rosados jóvenes, puede variar entre los 7º y los 10º, elevándose a los 16º o 18º para los tintos de reserva. Además es importante conservarlo en un lugar seco y donde no se produzcan muchas vibraciones en el ambiente. En nuestra tienda de vinos online nos explican esto en detalle.
En el llamado envejecimiento del vino, se tendrán en cuenta tres variables que afectan a los caldos y conforman sus características principales: por un lado la acidez, por otro el alcohol y por otro los taninos. Estos últimos son esenciales para la maceración. De hecho, el vino blanco por su proceso de elaboración, carece de este componente y por eso debe ser consumido en cortos períodos de tiempo. Normalmente de 1 a 3 años como máximo. Con la excepción del llamado de crianza, que permite tiempos mayores.
Los taninos se consiguen mezclando el vino con sus propios hollejos y semillas, de manera que adquiere esta sustancia que le permite envejecer, aportando sabor y aroma al producto final. Las diferentes variedades de blancos, tintos y rosados, se obtienen con técnicas de maceración, como veremos más adelante en este artículo. Como expone Manuel Ruíz, dependiendo del tipo de uva y de vino, así mejorará o no con el tiempo. Esto se da, como habíamos mencionado antes, por la forma de fermentar y macerar, en unos se hace con su propio hollejo y permite que aparezca el tanino y en otros no lo permite.
De esta forma, tenemos vinos blancos y rosados jóvenes o los llamados tintos del año, que no tienen maduración, solo fermentación y deben ser consumidos pronto; por otro lado, los vinos blancos y tintos de crianza o fermentados en barrica, que admiten períodos mayores de almacenamiento.
Los tintos pueden llegar a conservarse años, como los vinos reserva o gran reserva.
Si se guarda un vino más tiempo del que nos permite su elaboración, este puede ajerezarse y en otros casos, el vino se puede avinagrar y se habrá perdido un buen caldo. Por eso, cuando se opta de la venta online de vino o si nos decantamos por tiendas especializadas, conviene asesorarse bien. Algunas situaciones que pueden darse, nos las muestra la Escuela de Catas de Alicante en su web y se exponen a continuación:
- Vino picado: se da cuando el vino se avinagra por exceso de ácido acético, en muchos casos se produce por exceso de sequedad en la bodega y se puede solucionar con humidificadores.
- El corcho tiene olor: el corcho huele mal, a moho, se da porque se acumulan bacterias en sus fisuras y no depende de la calidad del tapón. Al final hay que desechar ese caldo, ya que es un defecto que no tiene solución.
- Cristales en el fondo de la botella: se da sobre todo en blancos y se produce por los bi-tartratos, en realidad no afecta a la calidad del producto y se elimina decantando bien.
- Exceso de madera: los vinos a los que la madera les afecta de forma nociva, pierden olor y tienen un desagradable sabor agridulce. Un buen barril, con material de calidad, permite que no se presente este problema en los caldos.
- Sulfuroso: se da al utilizar azufre en su elaboración, de manera que el vino huele como cuando encendemos una cerilla. Este problema suele solucionarse con una buena aireación del caldo.
- Posos: no suelen afectar a la calidad, pero pueden amargar el vino un poco, por tanto, se recomienda colocar la botella en vertical antes de servir, para evitar que pasen a la copa.
A lo largo de este artículo, se ha analizado el vino y la uva de la que procede y como estos condicionan en gran medida la conservación posterior. De esta forma, no todos los vinos mejoran con el tiempo. Así, cuando se adquiere una botella en una tienda especializada, lo mejor es preguntar, pero se opta por comprar bebidas online, pues también es mejor asesorarse. Porque un vino debe ser un placer y no una pesadilla.
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