¿Cómo abrir una botella de vino?

vino_onlineComo ya saben los amantes del vino, su degustación consta de distintas etapas, que son las que, de hecho, hacen de él un protagonista indiscutible de los momentos más especiales, desde una cena con alguien querido a un elemento conductor en un espacio y tiempo para el encuentro. El vino es, al fin y al cabo, el líquido con el que se expresa la cercanía y, entre todas las etapas en las que muestra su personalidad e identidad, las de servirlo y abrir la botella son igual de fundamentales que la elección de un caldo u otro. En efecto, respetar y contribuir a desarrollar todas las potencias que un bodeguero o paladar esperan de un vino, ayudar a alcanzar el estado propio en el que refleje todo el esmero que contiene, es una etapa fundamental de su cata.

Por eso, Grau Online, tu tienda de vinos online proporciona algunos consejos para los momentos de la apertura y del servicio de la botella. Antes de nada, hay que recordar que, en el primer paso (la elección de un buen vino), es fundamental contar con la ayuda de un profesional de la enología que acote al máximo la búsqueda y sea capaz de perfilar correctamente la preferencia entre una gama lo más surtida y variada posible. Con este propósito, como tienda de vinos y licores pretendemos satisfacer todos los gustos y exigencias.

Servir el vino, un proceso

En primer lugar, a la hora de servir el vino, se debe tener en cuenta un aspecto crucial: su

temperatura. Uno de los factores más determinantes a la hora de modificar o respetar el bouquet de un vino es su temperatura. Nunca se insistirá lo suficiente sobre un criterio tan crucial para acompañar el carácter de un vino u otro o echarlo a perder. En este sentido, conviene seguir algunas de las tablas que circulan sobre la temperatura idónea de los vinos.

Hoy en día, hay termómetros que pueden ayudar en esta tarea, aunque, como pauta general, destaca la archiconocida regla que dice que el vino blanco se sirve más frío que el tinto. A la hora de abrir la botella, el sacacorchos lleva una pequeña cuchilla (normalmente, filosa) que hay que aplicar sobre la cápsula que rodea el cuello de la botella. Es preciso pasar el denominado filo (corta cápsulas) alrededor de todo el cuello hasta cortar toda la cápsula protectora.

Siguiente fase

Después de haber retirado dicho protector, hay que aplicar una suave limpieza por toda la zona, preferiblemente con un paño seco. Se introducirá con firmeza, aunque con toda atención, la espiral del sacacorchos (el tirabuzón) justo desde el centro del corcho y hacia el fondo, en la dirección más recta posible. Con esta intención, la mayoría de sacacorchos cuenta ya con guías auxiliares que rodean la pieza. Nunca se llegará hasta el fondo con el tirabuzón, es decir, nunca se atravesará el corcho del todo, pues esto haría que cayeran impurezas al líquido.

Hay que recordar que, durante todo el proceso, la botella ha de mantenerse vertical y apoyada sobre una superficie llana y firme. Igualmente, hay que evitar golpearla contra la superficie por error o falta de cuidado, ya que esto hará que el líquido sufra y la presión del aire que contiene empuje el corcho, cosa que no interesa, si posteriormente se quiere extraer.

Es muy importante, a su vez, cerciorarse del estado del corcho previamente por la vista, el tacto y el olor. Un corcho en mal estado puede dar indicios sobre el estado del vino o, en el peor de los casos, estropearlo por desintegrarse algunas de sus vetas y caer en el líquido. Igualmente, es preciso asegurarse de no romperlo para no tener que empujar y culminar un desastre.

Se extraerá el corcho haciendo que los brazos del utensilio se eleven o hagan palanca, en su defecto, dependiendo del modelo que se use y sin mover mucho la botella o desplazarla.

En el caso de los vinos espumosos, tras deshacer los nudos alambrados que rodean la cápsula, con la misma mano (envuelta en un guante, si se quiere) se extraerá el corcho dejando que salga disparado o no, según la ocasión y efusión del momento. Seguidamente, se escuchará ese sonido tan sugerente que da la señal de que un gran momento acaba de empezar.

Es un buen momento para comprobar, mediante el olor del corcho, que, en efecto, el vino mantiene todas sus cualidades. En este sentido, comprar vino online se revela como una excelente forma de garantizar la fidelidad y calidad del producto.

Llega la hora de servir y es entonces cuando se abre la clásica disyuntiva entre botella y decantador.

El decantador puede ayudar a eliminar cualquier posible resto de corcho o impurezas, además de rejuvenecer el vino a través de su aireado. Este aspecto supone un valor añadido para el líquido, que queda más oxigenado y puede transmitir más aromas y matices. Por eso, suele decirse que la decantación favorece a los vinos antiguos, aunque también se puede sostener que lo mismo ocurre con algunos caldos más jóvenes. A la hora de servir es de recibo hacerlo en el sentido de las agujas del reloj (es decir, hacia la derecha) y empezar por las damas.

Proceso final

Conviene haber probado antes el vino para comprobar sus óptimas condiciones. La mayoría de botellas cuenta con una cavidad en la parte inferior que hace más sencilla su sujeción y elimina el riesgo de que estalle por un desequilibrio de la presión del líquido en el continente. Introduciendo el índice en dicha oquedad, hay que servir pausadamente el vino sobre el centro de la copa. Aproximadamente, un tercio de la copa es una cantidad correcta, aunque esta medida varía en el caso de los vinos espumosos, en los que el comportamiento de las burbujas es un aspecto a observar. Un giro de muñeca en el último momento ayudará a recoger el vino, que, de lo contrario, se precipitaría sin control por la diferencia de presión del aire y líquido, aunque la rebaba con la que cuenta debajo de su boca ayudará en este sentido.

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